El ciclo Disidencias encaró su último trimestre y lo hizo recuperando una cita muy especial que, bajo el título La voz articulada, acogió a la excepcional pianista María Parra envuelta en la sugestiva poesía de Guadalupe Grande, una de las grandes poetas madrileñas actuales.
Ambas ofrecieron un recital basado en obras propias desde un diálogo apasionado en el cual se trenzaron emociones, intensidad lírica, flamenco y sensaciones que alumbraban un descubrimiento. Un mundo expresivo netamente femenino que guardaba sugestiones muy especiales.




